Mi forma de ver la fotografía de boda es bastante simple: dejar que las cosas sucedan y estar ahí para capturarlo sin intervención. Creo que mi reportaje tiene que contar una historia y que no esté condicionada por el fotógrafo. Hay que dejar que todo ocurra con naturalidad y disfrutar plenamente del día. Existen un montón de momentos programados durante una boda… se podría decir que casi todas son iguales: preparativos, ceremonia y banquete, pero, son esos momentos “inesperados” los que hacen que cada boda sea distinta, momentos que cuentan como te has sentido ese día, como eres y como fue todo lo que ocurrió de verdad. Mis imágenes cuentan esa realidad. No me limito al orden cronológico de lo que va sucediendo sino mas bien a vuestra historia y la de vuestros familiares.